lunes, 14 de julio de 2008

Hoy

Hoy vale la pena leer a Emilio Ballagas, aprenderlo, tomarlo, repertirlo, buscarlo de nuevo, dejarlo y dejarse seducir en vano; hoy la voz vale la pena, las mareas, el llanto, el fantasma y el espejo, las sanguijuelas y el pecho hundido suavemente. Sólo un verso más, una línea, un adjetivo. Hoy estoy decidido a terminar el poema, no quiero morirme a la mitad.